Desirée pasó 6 meses en Sapporo como profesora asistente de inglés para niños, y piensa que los sistemas educativos español y japonés podrían llegar a complementarse mutuamente.
Experiencia japonesa:
Trabajé en Sapporo durante seis meses con un contrato de prácticas de profesora asistente de inglés. El ambiente de trabajo cuando estás rodeado de niños hace que todo sea más natural que en otras empresas donde la jerarquía está más presente. Esto me permitió establecer conexiones fuertes con compañeros, superiores y alumnos en poco tiempo. Ha sido una oportunidad realmente valiosa porque he podido aprender de nuestras diferencias pero también de lo que nos hace iguales. El trabajo, aunque intenso, es muy gratificante y me sorprendió ver cómo desde pequeños los niños aprenden a trabajar en equipo. Algo tan sencillo como limpiar la escuela juntos les enseña a respetar el centro y a unir fuerzas. Los resultados se reflejan cuando les ves cooperar en clase. En la educación española se potencian otro tipo de aspectos más individuales. Creo que ambos sistemas pueden aprender mucho el uno del otro ya que, a pesar de parecer tan antagónicos, podrían llegar a complementarse mutuamente.
Sobre mí:
Estudié Lenguas Modernas y sus Literaturas en la Universidad de Granada. Elegí chino como primera lengua pensando en las salidas laborales y japonés como segunda lengua por vocación. Los primeros años estuve muy perdida, pero tras irme de Erasmus a Países Bajos, trabajar allí y conocer a gente con historias y sueños tan distintos reuní el valor que me faltaba para hacer lo que de verdad me apasiona. Decidí que, si quería dedicarme al japonés, primero debía vivir allí y conocer el país. A día de hoy sigo formándome en el estudio del japonés y en enero empezaré a trabajar como profesora del mismo en una escuela de idiomas. Todavía me queda mucho que aprender y en el futuro espero ayudar a estrechar los lazos entre España y Japón.
Estudios: Grado en Lenguas Modernas y sus Literaturas, UGR
Residencia: Málaga
Contacto: Email
SOBRE JAPÓN:
Mi sitio preferido en Sapporo es el Fushimi Inari en invierno. Está apartado del centro y apenas hay gente. Según vas subiendo, todo es completamente blanco excepto por el rojo intenso de las puertas torii que se suceden una a una cuesta arriba. Y lo único que se puede oír es la nieve al crujir bajo tus pies.
Mi plato favorito es la sopa zenzai, está hecha a base de judías dulces y mochi.
Mi objeto japonés preferido es un llavero con forma de muñeca. No es un objeto típico pero una alumna lo hizo a mano para mí y me lo dio antes de irme. Va conmigo a todas partes.