Teresa llegó a Japón con una maleta y 90 días para construir su futuro allí hace tres años. Ahora compagina la vida laboral de Tokio con su amor por la cultura y el idioma japoneses.
Experiencia japonesa:
Actualmente trabajo como profesora de español, principalmente en el Instituto Cervantes de Tokio. Una de las cosas que más me sorprendió cuando empecé a trabajar aquí, fue el gran interés que muchos japoneses tienen en nuestro país, nuestra cultura y nuestra lengua. Nunca antes me habría imaginado a una anciana de 88 años hablando español con total fluidez, sin haber pisado nunca España.
Pese a la alocada vida laboral japonesa, siempre intento buscar un hueco para continuar formándome, tanto en la docencia de Español como lengua extranjera, como en japonés. Actualmente estoy preparándome para el examen de japonés nivel N2. No me gustaría irme de este país sin haber llegado a dominar el idioma. ¡Aunque haya tantísimos kanjis!
Estoy muy contenta de vivir aquí y creo que ya me he adaptado por completo. Aunque si tuviera que elegir algo a lo que todavía no me acostumbro, sería a la gran aglomeración de gente en el metro en hora punta, creo que en ningún sitio he vivido algo así. Sin embargo, lo bueno pesa muchísimo más. La seguridad, la amabilidad y la cortesía de sus gentes, hacen que estar a 12.500 km de casa sea más llevadero.
Sobre mí:
Tras ver mis escasas posibilidades de entrar en un mercado laboral saturado por traductores de inglés y alemán, mis especialidades, decidí dejarlo todo y apostar por un nuevo camino: venirme a Japón, un país lleno de oportunidades y que siempre me había atraído. Con una maleta y sin prácticamente conocimientos de la lengua, acepté el reto de encontrar, durante los 90 días que dura el visado de turista, la manera de sentar las bases de mi futuro en este país. Tres años después, ¡¡¡aquí sigo!!!
Estudios: Grado en Traducción e Interpretación, Universidad Pontificia de Comillas
Residencia: Tokio / Las Palmas de Gran Canaria